viernes, 26 de abril de 2013

La más...



    
Mi corazón explotando de un éxtasis que solo ella produce, mi boca se hace agua y mis manos sudan frio…
Ella se acerca y solo veo sus gloriosas piernas y no escucho mas que el taconeo que producen sus pasos, como caballo entrenado de exhibición se pasea y danza siguiendo el látigo de los tambores que están a su alrededor.
-Bueeeeenos días Falcón, cuando son las 7:00am saludamos a la población de…- ¡Alarma de mierda!- piensa devastado al caer en cuenta de que solo era un sueño, el había soñado de nuevo con esa mujer.
Se viste cuidando, modestamente, cada detalle, sin intensión de que se note la dedicación de sus elecciones para esa mañana, que, como cualquiera, no prometía más de lo que la imaginación pudiese concretar.
Dejando a un lado su sueño y su desconcertante despertar pasa el día entre diligencias y redes sociales, amistades y recurriendo de vez en cuando a la maldita preocupación que le causaba la conciencia cada vez que repetía “¿En realidad quieres esto? ¿Vivirías… harías… te atreverías a…?” para así mantener la realidad y la cordura a medias para sentirse un poco mayor y responsable, al menos pensaba en el futuro.
11:00pm
¿Estará aquí esta noche?
¿Qué carajos hago aquí?
Debo estar perdiendo la cabeza-pensó- preocupado de que alguien lo reconociera y que su familia se enterase de que su salida entre amigos se había convertido en nada mas y nada menos que en una “visita inapropiada a un lugar indecoroso”.
Pero es que no puedo dejar de pensarla, necesito verla, necesito hacer que ella me vea también…
Escoltado por un hombre bastante corpulento, sin expresión alguna… El quiere creer que está allí solo para trabajar y no juzgar.
El cuero del sofá del mini salón privado se siente frio y huele a nuevo… el era todo ansias, nervios, deseo de verla…
Todo esta decorado de color tinto intenso y champan, el mueble es de cuero negro fino y brillante, hay cortinas árabes guindando de una puerta lejana, el ambiente es realmente sobrio, Clásico…
Veo una copa de tinto a mi lado, el vino es seco y fuerte…creo que es un cabernet…una especie de fogata artificial, de madera adorna la única pared que no esta cubierta por ninguna cortina o pintura produciendo una sensación de calidez en vano.
A lo lejos se puede escuchar música, su base era percusión, era muy erótico, fuera de este mundo, de verdad podría transportar astralmente si tan solo estuviese mas relajado… al bajar las luces del pequeño salón el sabe que ella estará en cualquier momento allí, eso hace que todos sus músculos se tensen, que su boca se seque y sus manos suden frio, a pesar de que es un salón privado, el siente mil miradas sobre él…  se siente “fuera del agua”, nunca había hecho algo como esto, nunca nada había sido tan excitante, su adrenalina estaba circulando de arriba abajo, todo su torrente sanguíneo estaba a punto de explotar… las venas de sus brazos, de su cuello, de su frente estaban ligeramente brotadas, definitivamente ella era especial.
El no ve muy bien… comienza a salir un humo denso del… ¿piso?
Huele a vainilla, a algo dulce, muy dulce…comienza a sentir pilo erección intensa en su nuca, pero no puede darse vuelta, está paralizado… es el dulce del ambiente o quizá el frio –pensó.
Un pequeño roce de dedos lo hace estremecerse y para en seco sus pensamientos, sus manos se aferran al sillón al darse cuenta que ella estaba justo detrás de el, jugando con sus nervios…
El podía sentir su sonrisa viperina…
Ella sin duda era la mujer más sutil, silenciosa y maliciosa que Said había conocido…
Ella tenía sus emociones en su palma, lo sabia y le gustaba.
Ella deja caer su cabello color ceniza claro en el espaldar del sillón… un rubio que brillaba al proyectarse luz en el, liso, suave, natural.
Ella se incorpora de nuevo, ya no ve su cabello en el espaldar del sillón, solo escucho su pasos… sus tacones… la espera por descubrirla le esta devorando las entrañas.
-¿Por qué no puedo moverme coño?- piensa Said al darse cuenta de que su cuerpo no responde a sus órdenes de voltearse y descubrir a esa mujer que le ha quitado su autocontrol, su gallardía y su poder sobre el mismo.
Su silueta es perfecta, el puede observar a aquella mujer que, sin duda alguna, es el rostro de sus deseos.
Allí esta ella, frente a Said, vestida con un vestido de seda roja, que sin duda, le favorece a su piel blanca, color crema… ¿Cómo podría tener un color de piel tan perfecto? , su cabello suelto le llega a la cintura, cubre sus pechos y cae como cascada de oro en su ombligo, lleva una mascara bastante sutil, un lienzo negro tan fino que solo cubre sus ojos y cejas… es lino negro, definitivamente nada vulgar, aun sin alas parece un ángel, un ángel caído… el no puede creer lo perfecto de sus labios, de su nariz… el escote de su vestido es bastante recatado, solo muestra la silueta perfecta de sus pechos y la proyección su ombligo es interesante…
Camina con elegancia hacia el, sus ojos son color miel, tan penetrantes que te desnudan el alma y te harían vomitar todos tus pecados, podrían ellos liberarte, es admirable todo lo que esta mujer puede despertar sin siquiera tocarte, Said está impresionado, totalmente obsesionado.
La música aumenta su volumen y ella comienza a danzar con movimientos sutiles alzando un poco sus brazos a la altura de sus mejillas color melón guiando los movimientos de su cuerpo con el dedo medio, sus caderas se mueven al compas de la música como adquiriendo vida propia mientras sus ojos no dejan de mirar a Said, al pobre Said que sin lugar a dudas esta hipnotizado, ella lo ha sumergido en un trance profundo, ella es ahora quien tiene el control sobre sus emociones, sobre su cuerpo y su pensar… ella disfruta ser titiritera, jugar a ser el ángel y el diablo que habita en el hombro derecho e izquierdo del ser humano, ella no es mala ni buena, ella es un color plata, ni blanco que encandilé, ni negro que ciega…
Sus movimientos son ligeros, ella es aire, se convirtió en el aire que Said respira, en el sudor que brota de sus poros y en su piel, esa que con dificultad sostiene tanto deseo, un espíritu lleno de instintos que ella despertó en el momento que comenzó su danza, ella es su alfa y su omega, ya no importa nada mas, el cuarto no existe, el espacio se desvanece, el humo se aclara, solo es ella, su baile, su olor dulce, su misterio y su mirada sobre el.
-Tengo que afeitarme esta barba…- piensa al mirarse en el espejo-. Otra mañana, otra dia de rutina… alá ayúdame, guiame y mantenme sereno y fuerte-ora con la pasión que la necesidad de perdón por el haram que hace dos noches le recuerda y carcome la conciencia.
El no ha podido olvidarla… No lo hará.
-¿Mantecado o chocolate?
-¡María!
-Mantecado Said, mantecado…- dice la conocida, distraída gracias a lo cómico de un niño de 3 años comiendo su helado en la mesa de enfrente…
-María…yo…
Sus ojos se iluminan y su corazón palpita fuerte…
El necesita hablar de aquella noche…
Un paso de brisa contrario a su rostro lo hace estremecer, su cuerpo se tensa, mirando a su alrededor desorientado, confuso…
-¿Hueles eso?
-Si, huele a dulce… estamos en una heladería, claro ¿no es rico?
-Si… supongo, el helado.
...

sábado, 15 de diciembre de 2012

¿Eres María?...



-Disculpe señorita… su tasa de salida?
 
Se la entregó sin sonrisas, sin mirada o devolución de energía alguna… con ojos y expresión  impasibles, se sube al bus.
Había tenido un día pesado, un día duro, no tenia ánimos de ser amable, solo quería llegar a casa.
¡Mierda!... – necesito Bajar un segundo, dijo al chofer mientras corría en busca de un “no se qué” dejado en el baño.
-¡Señorita! Escuchó a lo lejos como un eco sin prestarle la menor atención.
-¡Señorita… es usted..?!
-¡Permiso niño!... gritó a un niño como de 9 años que se le abalanzaba, esperando que se quitara de su camino, necesitaba hacer todo rápido o el bus la dejaría y su maleta ya estaba en el asiento… no podía demorarse mucho.
A pocos metros estaba… un niñito con 3 libros en la mano corriendo tras ella…
-¡NO TENGO DINERO MUCHACHITO!... Ya estaba cansada del seguimiento del niño… tan constante.
Pobre… pensó mientras iba de regreso al Bus… debe de necesitar ese dinero para comer… pero no puedo gastar en libros ahora, aunque me encantaría… -¿Qué libros vendería?- se preguntó.
-¡Mierda!... si me deja el bus mato a este niño… La corneta del bus la hizo despertar de su distracción.
-¡SEÑORITA POR FAVOR, PARE!... –Gritó mientras ya estaba frente al bus lista para subirse- ¿Eres María?
Se le congeló la sangre… se detuvo frente al Bus mirando a aquel niño con los 3 libros en la mano y una sonrisa de conspiración.
-¡Que quieres?- Preguntó desconfiada… pensando en que se trataba de alguna trampa para robarle o alguna cosa.
Mientras el niño le acercaba los libros por su mente pasaron muchas cosas… Su nombre es muy común… podría haber atinado… tenía que tratarse de algo malo… nadie da libros así porque si… y mucho menos la…
-¡LA TRIOLOGÍA DE 50 SOMBRAS!... murmuró fascinada.
-¡Tu eres María, yo lo sé! Y te mandan esto… tómalos ya porque no te perseguiré mas.
Tomando los libros consternada y confundida… pero fascinada… era la triología que había estado buscando por semanas… ahorrando para comprarla, buscándola…
Pero… ¿cómo?... ¿quien sabia de ello?... ¿Quién puede interesarle tanto como para comprarla y enviármela de este modo?... un… ¿Anónimo?
Tenía tantas preguntas en su mente, mirando incrédula los tres libros que sujetaban sus manos… que no se percato de que el niño al entregárselos salió corriendo perdiéndose entre la gente y los buses sin dar tiempo de sacarle alguna información.
-¡ULTIMO LLAMADO!... ¡SALIENDO!-Dijo el chofer montándose en el Bus ya listo para partir…
-¡MIERDA!... Gritó… despertando de sus pensamientos…
Esta vez sonriendo, con ojos y expresión inequívoca de emoción, de ilusión y curiosidad subió al Bus.
Su expresión ya había cambiado… sus manos no estaban vacías y su corazón no latía lentamente… Su rostro proyectaba una sonrisa tan grande que contagiaba a la gente a su alrededor y sentada en su asiento comenzó a buscar al niño desde la ventana… con la esperanza de verlo desde lejos para saber quien lo había mandado…
-No podía estar equivocado, dijo mi nombre- pensó.
Ojeando los libros cautelosamente observó tres tarjetitas con pensamientos… una en cada libro. Eran marcadores de página…
 
-¡Seas quién seas…gracias!-Murmuró.
Su día había cambiado, ya no se sentía cansada, ese hombre la conocía muy bien… no cualquier hombre regala libros hoy en día… no cualquier hombre hace esos detalles como forma de envío… quien quiera que sea estaba muy cerca… o muy lejos… pero estaba… y eso le bastó para volver a creer.

sábado, 10 de noviembre de 2012

ONE


Muy ocupado tras su escritorio… apuntando recetas de aquí para allá… canalizando los sonidos de su estetoscopio… -¿duele cuando hago presión aquí? Preguntó.

 Respondí - si…

 -¿Molesta cuando hago esto?- preguntó.

-Respondí que no…

Y siguió de la camilla al escritorio, buscando, recetando, pensando…

Ya puede vestirse dijo con voz apurada… y acotando que tenia que revisarme ese diminuto lunar rojizo del seno derecho y se sentó…
Me vestí a medias y me dirigí a su escritorio, me senté y solo lo observaba en silencio… con la mirada fija en sus ojos y el, sin poder notar la luz que invadía el consultorio esa tarde oscura y lluviosa, solo miraba su computador y escribía.

-¡Tráeme el informe de la señorita!- grito a la torpe secretaria que estaba en un pequeño escritorio fuera del consultorio cuando al fin terminó la receta y las indicaciones de aquella enfermedad que parecía mas psicológica que real.

Aun sin mirarme al rostro directamente y sin percatarse de mis gestos… solo me ordenaba como y cuanto tiempo siguiera aquel tratamiento, que sin lugar a dudas solo estaba repleto de vitaminas y calmantes… el sospechaba una vez mas que mi visita no era concreta… sin embargo me atendió.

Por fin subió la mirada… pero para solo observar de nuevo mi lunar rojizo del seno y observándolo con los lentes medio puestos y con un gesto de enfoque mientras yo solo me humedecí los labios esperando que por curiosidad subiera un poco mas sus ojos y me viera a la cara… así lo notaría…

-Esta consulta no la pagues, solo te revise un poco nada mas… quitándose los lentes… -Vuelve cuando lo necesites- acotó.

Me levante de aquel sillón decepcionada y dispuesta a desligarme de aquel hombre que nunca había visto mi rostro, no se por que jamás me miraba a la cara, supongo que era un mecanismo de defensa, no quería apegarse a sus pacientes como todo medico sabia que la muerte era una jueza y el solo un abogado defensor, la muerte casi siempre ganaba y era innecesario llorar y sentir cada perdida, encariñarse con sus pacientes abogué.

Aun sabiendo que no era una paciente cualquiera…

Me abotone el ultimo botón de mi vestido floreado, provocativo, hermoso, pegado a mi cuerpo que con tanta dedicación cuidaba, cada parte de mi piel, mis uñas, mi cabello, mi sonrisa… mi maquillaje… lo hice notablemente mas lento con la esperanza de ganar tiempo y que me mirara un poco mas, de que se diera cuenta de la energía que en mi fluía… energía de deseo... Eso se nota, digo… yo noto cuando alguien me desea… ¡por dios!-pensé-  ¡que hombre tan imbécil!

-todo para nada- pensé en voz baja- esta será la última vez que me maquille y arregle para ti- pensé-

¿Perdón?... ¿dijo algo?- Comentó virando los ojos hacia mi…

-Nada doctor, adiós y gracias- le dije… sin saber que se había quedado mudo al ver a su paciente mientras se iba para nunca más volver, aquella paciente que lo deseaba en silencio desde que lo vio, aquella que inventaba mil enfermedades solo para que aquel doctor la viera, se diera cuenta de su existencia, tocara su cuerpo y sintiera en un corrientazo todo lo que ella quería que el sintiera, aquella que nunca había visto a la cara y sin embargo sabia cada centímetro de su cuerpo, cada peca, cada lunar y cada espacio, pero nunca se fijo en lo hermosa y deseable que era.

-¡ESPERE SEÑORITA! – grito…

viernes, 10 de agosto de 2012

Cronicas 1

¡Auxilio! ¡Sáquenme de aquí por favor! ¡Por favor mudémonos! Gritaba de desesperación a un hombre alto de color, tenía un traje marrón con tirantes y sombrero. Siguió corriendo por ese corredor en el que nunca había estado dirigiéndose a otra habitación. Entra a un cuarto y ve una mecedora en la antesala de la recamara cuando se dirige hacia la peinadora, necesitaba el cepillo de cabellos dorado que estaba sobre la repisa, lo tomo rápidamente y de repente una manos pequeñas salen de debajo de la cama tomándole los pies, eran manos que parecían de niños de 5 años, eran sucias, desnutridas, macabras… varias de ellas saliendo de la cama rasguñando el piso con sus uñas partidas y sangrantes queriendo desesperadamente arrastrar a esa pequeña debajo con ellas, a lo que se logró soltar corrió gritando desesperada de nuevo cuando de repente se le apareció el espíritu de una niña pequeña, muy hermosa y con un vestido impecable de color blanco con encajes azul cielo meciéndose en la mecedora que había visto antes… Algo dentro de ella se estremeció aun más al ver aquella escena así que corrió con más fuerzas por el corredor donde le pidió a gritos auxilio al hombre de color. -¡Espera! ¡No te asustes, cuando tengas miedo llámame!- le dijo aquella niña fantasma mientras corría detrás de aquella muchacha asustada por todos aquellos acontecimientos macabros... ¡Por favor ayúdenme!- Se dirigía a dos mujeres y al hombre anterior que estaban sentados tomando té en el corredor de la casa donde estaba… de repente algo la sometía, una fuerza extraña la poseyó por unos segundos haciendo cada vez mas distorsionadas sus extremidades y su cuerpo se contorsiono un poco y se aferro a una de las mujeres que estaban allí, rápidamente logro zafarse de toda aquella fuerza malévola y se dirigió a una de las mujeres la cual tenia consigo una pequeña libreta en la que le escribió “ES EL SER”… al leerlo la muchacha se preguntó dentro de si ¿qué ser? ¿Por qué me esta pasando todo esto a mi? Desesperada preguntaba a gritos que pasaba cuando el hombre de color le grito un nombre largo y en otra lengua, era casi impronunciable, un escalofrío recorrió su cuerpo de pies a cabeza y la asusto muchísimo y corrió y corrió mucho hacia una especie de jardín gritando el nombre de la niña fantasma que le ofreció su compañía en momentos de angustia, al llegar vio que en una puertita de madera a la derecha estaban varios espíritus hasta que apareció la niña y la invito corriendo a sentarse junto a ella en una de las dos mecedoras que estaban sobre una alfombra en el centro de ese jardín techado y le comenzó a decir que se calmara que ya estaba a salvo, vio a una enfermera con un uniforme antiguo antes de que la niña apareciera… -Debió ser otro espíritu- pensó mas calmada. -No se si esta niña es buena o mala, pero fue la única que me ofreció ayuda y es la única que está a mi lado- se dijo para sí misma mientras se percató de lo cómoda de la mecedora y del vitral que había en todo el medio del techo, perdiéndose en su luz. -¡DIOS!- gritó desesperada, su corazón se iba a salir de su pecho… estaba empapada en sudor aun con el aire acondicionado a 16 grados centígrados, otro sueño de esos que la desequilibraba y no la dejaba dormir por el resto de la madrugada, tomó un poco de agua y se recostó en su cama de nuevo sintiendo lo fresco del cuarto, prendió la TV para sentir un poco de luz y se dispuso a rezar y a intentar dormir por un rato mas... Eran las 3:50AM... ... . 7:00AM Un suspiro de cansancio salió de sus labios mojados… -Estoy cansada, necesito descansar y ¡que esto pare ya! –Pensó- mientras se tallaba el cuerpo con la esponja enjabonada, esa ducha había sido la más larga en un buen tiempo… había tenido otro de sus sueños en los que batallaba. -Ya no se a quien recurrir- decía desesperada, confundiendo las lagrimas con el agua que caía de la ducha –tengo que hacer algo- pensó y salió de la ducha sin pensar en que el día que le esperaba traía consigo un camino diferente al que se planteo esa mañana. Abrió el closet percatándose que era un día de esos en los que no se sentiría a gusto con nada sobre el cuerpo, así que agarro unos jeans desgastados y una camisa de cuadros, se trenzo el cabello y agarro dinero para irse a la universidad y Pidio a sus protectores que nunca la abandonaran.

domingo, 12 de febrero de 2012

Setí que te perdía...


Hoy sentí que te perdía… gracias a dios no te diste cuenta, si no hubieses llorado las mismas lagrimas amargas que llore por ti en ese momento.

Es difícil desprenderse del ser que mas amas en la vida…

Esa sensación de soledad profunda que me dejaste no se me quitara si no con tu presencia, nada mas…

Hoy, me di cuenta, de que me puede faltar el mundo entero… pero no me puedes faltar tú.
Hoy, sentí que la maldición del odio se llevo una parte de ti que no volveré a ver… que no volveré a tener.

El sentido que recobré en el momento en el que perdiste el tuyo me hizo entender cuanto amor hay dentro de mí para ti.

Nunca mas quiero volver a sentir que te pierdo, nunca más quiero saber que te quieres ir.

miércoles, 11 de enero de 2012

Hoy...


La primera vez que te vi, que escuche hablar de ti supe que serias mas que otro saco gris... Eres un arcoiris para mi... No solo por pintar de colores mi mundo, sino por enseñarme que a pesar de la tormenta que pasamos siempre habrá una olla de oro al final de todo esto!! ... de la tormenta, del arcoiris, de toda esta basura que nos rodea.

Me enseñaste que no existe edad para empezar a amar, que no existe edad para entender lo que es el amor Ágape, me enseñaste que basta solo una presencia para amar, sanar, para liberar el alma!

Basta solo una mirada para comunicar y que con solo un destello de una sonrisa se puede cambiar hasta el clima del mundo y el humor de la gente amarga.

Me enseñaste tanto...

Fuiste una estrella fugaz en mi vida... de esas que se descubren cuando realmente estas observando, de esas que llenan de ganas la oscuridad, de esas a las que le pides un deseo divertido sin esperarlo en realidad, por que con el simple hecho de haber iluminado ese trozo de alma con su paso, le salvas la vida!...

Hoy te extraño...
hoy te amo...
hoy te lloro también...
hoy te sufro...
hoy te pienso...

hoy... es... simplemente... un hoy a la espera de tu luz.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Aprendiendo a amar...


Te siento y abro mis ojos…

Acaricias mi espalda y te sonrío.

Como se puede durar tantos años juntos después de lo que pasamos?, después de lo que dejamos pasar?...

Cuanto maduraste! Cuanto he aprendido a tu lado!

Cuanto nos costo despertar una mañana como esta, estando juntos, con un para siempre en los labios.

Mientras ella pensaba en tu inexperiencia, en tu inmadurez, en tu falta de sensualidad y extrema niñez… yo te imaginaba así, como estas!...

Imaginaba tus brazos de hombre ya!... te imaginaba buscando a los niños en el colegio, te imaginaba creciendo, te imaginaba conmigo…

Mientras ella se lleno la boca de mentiras y a ti el alma de desilusiones, yo confundida pensando en como ayudarte, en como… en como estar!

Una madrugada sin querer mi corazón despertó y comenzó a latir no junto al tuyo… a latir… solo como el tuyo!

A la par!

Tus ojitos tristes comenzaron a cesar y tu mirada se volvió indecente, traviesa, llena de amor, llena de curiosidad y con un “Ahí estas”!!

Y fue allí cuando empezaste a crecer… cuando empezaste a amar!

Solo necesitabas esa chispa, ese… corrientazo quizá?

Después de ti no hubo peros que valieran, no hubo barreras que no se pudieran saltar… no hubo nadie mas.

Me enseñaste el extraordinario sentimiento de las sonrisas sin compromiso de durabilidad o conciencia.

Cuidaste cada aspecto para que no me faltaran las ganas.
Nunca dejaste de creer en mí, en nosotros…

A sentir el coraje de alcanzar lo inalcanzable y a complementarnos de tal manera que nos olvidamos de nosotros mismos, de que somos dos…

Me enseñas una nueva manera de amarte todos los días… me enseñas que no hay que ser perfecto para el resto del mundo, que lo que estorba en nuestro mundo va pa’ fuera y que sin Dios no somos nada!

Me enseñaste el poder de decisión… me enseñaste a ser quien soy…
Me enseñaste a soñar como hoy lo hago en estas letras.

Despierto, no estas tu, pero si mi inspiración!

Despierto sin tu caricia, pero si con mi sonrisa…

Despierto con mi celular vibrando con un mensaje de “buenos días amiga”…

Me despierto… me despierto.