sábado, 15 de diciembre de 2012

¿Eres María?...



-Disculpe señorita… su tasa de salida?
 
Se la entregó sin sonrisas, sin mirada o devolución de energía alguna… con ojos y expresión  impasibles, se sube al bus.
Había tenido un día pesado, un día duro, no tenia ánimos de ser amable, solo quería llegar a casa.
¡Mierda!... – necesito Bajar un segundo, dijo al chofer mientras corría en busca de un “no se qué” dejado en el baño.
-¡Señorita! Escuchó a lo lejos como un eco sin prestarle la menor atención.
-¡Señorita… es usted..?!
-¡Permiso niño!... gritó a un niño como de 9 años que se le abalanzaba, esperando que se quitara de su camino, necesitaba hacer todo rápido o el bus la dejaría y su maleta ya estaba en el asiento… no podía demorarse mucho.
A pocos metros estaba… un niñito con 3 libros en la mano corriendo tras ella…
-¡NO TENGO DINERO MUCHACHITO!... Ya estaba cansada del seguimiento del niño… tan constante.
Pobre… pensó mientras iba de regreso al Bus… debe de necesitar ese dinero para comer… pero no puedo gastar en libros ahora, aunque me encantaría… -¿Qué libros vendería?- se preguntó.
-¡Mierda!... si me deja el bus mato a este niño… La corneta del bus la hizo despertar de su distracción.
-¡SEÑORITA POR FAVOR, PARE!... –Gritó mientras ya estaba frente al bus lista para subirse- ¿Eres María?
Se le congeló la sangre… se detuvo frente al Bus mirando a aquel niño con los 3 libros en la mano y una sonrisa de conspiración.
-¡Que quieres?- Preguntó desconfiada… pensando en que se trataba de alguna trampa para robarle o alguna cosa.
Mientras el niño le acercaba los libros por su mente pasaron muchas cosas… Su nombre es muy común… podría haber atinado… tenía que tratarse de algo malo… nadie da libros así porque si… y mucho menos la…
-¡LA TRIOLOGÍA DE 50 SOMBRAS!... murmuró fascinada.
-¡Tu eres María, yo lo sé! Y te mandan esto… tómalos ya porque no te perseguiré mas.
Tomando los libros consternada y confundida… pero fascinada… era la triología que había estado buscando por semanas… ahorrando para comprarla, buscándola…
Pero… ¿cómo?... ¿quien sabia de ello?... ¿Quién puede interesarle tanto como para comprarla y enviármela de este modo?... un… ¿Anónimo?
Tenía tantas preguntas en su mente, mirando incrédula los tres libros que sujetaban sus manos… que no se percato de que el niño al entregárselos salió corriendo perdiéndose entre la gente y los buses sin dar tiempo de sacarle alguna información.
-¡ULTIMO LLAMADO!... ¡SALIENDO!-Dijo el chofer montándose en el Bus ya listo para partir…
-¡MIERDA!... Gritó… despertando de sus pensamientos…
Esta vez sonriendo, con ojos y expresión inequívoca de emoción, de ilusión y curiosidad subió al Bus.
Su expresión ya había cambiado… sus manos no estaban vacías y su corazón no latía lentamente… Su rostro proyectaba una sonrisa tan grande que contagiaba a la gente a su alrededor y sentada en su asiento comenzó a buscar al niño desde la ventana… con la esperanza de verlo desde lejos para saber quien lo había mandado…
-No podía estar equivocado, dijo mi nombre- pensó.
Ojeando los libros cautelosamente observó tres tarjetitas con pensamientos… una en cada libro. Eran marcadores de página…
 
-¡Seas quién seas…gracias!-Murmuró.
Su día había cambiado, ya no se sentía cansada, ese hombre la conocía muy bien… no cualquier hombre regala libros hoy en día… no cualquier hombre hace esos detalles como forma de envío… quien quiera que sea estaba muy cerca… o muy lejos… pero estaba… y eso le bastó para volver a creer.

1 comentario:

Mario dijo...

Como un marcador de página, algo me ha traído hasta aquí... Anda, escribe, escribe...

Un beso

Mario