sábado, 19 de noviembre de 2011

Aprendiendo a amar...


Te siento y abro mis ojos…

Acaricias mi espalda y te sonrío.

Como se puede durar tantos años juntos después de lo que pasamos?, después de lo que dejamos pasar?...

Cuanto maduraste! Cuanto he aprendido a tu lado!

Cuanto nos costo despertar una mañana como esta, estando juntos, con un para siempre en los labios.

Mientras ella pensaba en tu inexperiencia, en tu inmadurez, en tu falta de sensualidad y extrema niñez… yo te imaginaba así, como estas!...

Imaginaba tus brazos de hombre ya!... te imaginaba buscando a los niños en el colegio, te imaginaba creciendo, te imaginaba conmigo…

Mientras ella se lleno la boca de mentiras y a ti el alma de desilusiones, yo confundida pensando en como ayudarte, en como… en como estar!

Una madrugada sin querer mi corazón despertó y comenzó a latir no junto al tuyo… a latir… solo como el tuyo!

A la par!

Tus ojitos tristes comenzaron a cesar y tu mirada se volvió indecente, traviesa, llena de amor, llena de curiosidad y con un “Ahí estas”!!

Y fue allí cuando empezaste a crecer… cuando empezaste a amar!

Solo necesitabas esa chispa, ese… corrientazo quizá?

Después de ti no hubo peros que valieran, no hubo barreras que no se pudieran saltar… no hubo nadie mas.

Me enseñaste el extraordinario sentimiento de las sonrisas sin compromiso de durabilidad o conciencia.

Cuidaste cada aspecto para que no me faltaran las ganas.
Nunca dejaste de creer en mí, en nosotros…

A sentir el coraje de alcanzar lo inalcanzable y a complementarnos de tal manera que nos olvidamos de nosotros mismos, de que somos dos…

Me enseñas una nueva manera de amarte todos los días… me enseñas que no hay que ser perfecto para el resto del mundo, que lo que estorba en nuestro mundo va pa’ fuera y que sin Dios no somos nada!

Me enseñaste el poder de decisión… me enseñaste a ser quien soy…
Me enseñaste a soñar como hoy lo hago en estas letras.

Despierto, no estas tu, pero si mi inspiración!

Despierto sin tu caricia, pero si con mi sonrisa…

Despierto con mi celular vibrando con un mensaje de “buenos días amiga”…

Me despierto… me despierto.

2 comentarios:

Mario dijo...

He empezado a leerte por un texto lleno de mierda, poco más abajo, y he acabo aquí, con la palabra amor afrutando los momentos entre los momentos.
Me gusta que sigas escribiendo, que sigas contando, porque, lo sabes, algunos, al menos yo, necesito seguir contando contigo.

Gracias por hacerme disfrutar, letra mediante.

Mario

Mario dijo...

Bueno, amar, amor, ya me entiendes... creo que no me expliqué bien en mi comentario...

Un abrazo

Mario, otra vez.