viernes, 19 de septiembre de 2008

carta #2



Caballero andante…

Hoy, en esta mañana recuerdo tus palabras…
No puedo distinguir entre el amargo de este café y mis lágrimas
No se como no recordarte, recordar tus sonrisas,
El miedo que me causas no es normal, mis pies tiemblan de frío, mis manos resbalan del teclado, mis ojos no ven sin los tuyos, mis labios no pronuncian palabra alguna sin tu aliento, mi vida no es vida sin ti…
Sin ti mi mundo recae una y otra ves solo sostenido por el hilo de tu recuerdo, por las manos de tu amor, un amor que ni si quiera lo recuerdas…
No quiero, mejor dicho, no puedo pensar que no me amas, no me permito pensar que estoy sin ti, no quiero vivir sin tu amor, sin tus miradas, sin tus sonrisas iluminando mi rostro…
Tú, mi caballero andante, ¿Dónde estás?, ven, ven que te espero; sueño cada noche contigo, te recreo con cada melodía, me desespero sin tu alegría…
A veces espero morir pero tú me recuerdas que en verdad a quién espero, es a ti…
Quiero vivir, quiero dar frutos de este amor… solo yo puedo saber el gran amor que Dios puso en mi corazón para ti… ¿Qué gran regalo no?...

No hay comentarios.: