Ella se acerca y solo veo sus gloriosas
piernas y no escucho mas que el taconeo que producen sus pasos, como caballo
entrenado de exhibición se pasea y danza siguiendo el látigo de los tambores
que están a su alrededor.
…
-Bueeeeenos días Falcón, cuando son las
7:00am saludamos a la población de…- ¡Alarma de mierda!- piensa devastado al
caer en cuenta de que solo era un sueño, el había soñado de nuevo con esa mujer.
Se viste cuidando, modestamente, cada
detalle, sin intensión de que se note la dedicación de sus elecciones para esa
mañana, que, como cualquiera, no prometía más de lo que la imaginación pudiese
concretar.
Dejando a un lado su sueño y su
desconcertante despertar pasa el día entre diligencias y redes sociales,
amistades y recurriendo de vez en cuando a la maldita preocupación que le
causaba la conciencia cada vez que repetía “¿En realidad quieres esto? ¿Vivirías…
harías… te atreverías a…?” para así mantener la realidad y la cordura a medias
para sentirse un poco mayor y responsable, al menos pensaba en el futuro.
…
11:00pm
¿Estará aquí esta noche?
¿Qué carajos hago aquí?
Debo estar perdiendo la cabeza-pensó-
preocupado de que alguien lo reconociera y que su familia se enterase de que su
salida entre amigos se había convertido en nada mas y nada menos que en una
“visita inapropiada a un lugar indecoroso”.
Pero es que no puedo dejar de pensarla,
necesito verla, necesito hacer que ella me vea también…
Escoltado por un hombre bastante
corpulento, sin expresión alguna… El quiere creer que está allí solo para
trabajar y no juzgar.
El cuero del sofá del mini salón privado se
siente frio y huele a nuevo… el era todo ansias, nervios, deseo de verla…
Todo esta decorado de color tinto intenso
y champan, el mueble es de cuero negro fino y brillante, hay cortinas árabes
guindando de una puerta lejana, el ambiente es realmente sobrio, Clásico…
Veo una copa de tinto a mi lado, el vino
es seco y fuerte…creo que es un cabernet…una especie de fogata artificial, de
madera adorna la única pared que no esta cubierta por ninguna cortina o pintura
produciendo una sensación de calidez en vano.
A lo lejos se puede escuchar música, su
base era percusión, era muy erótico, fuera de este mundo, de verdad podría
transportar astralmente si tan solo estuviese mas relajado… al bajar las luces
del pequeño salón el sabe que ella estará en cualquier momento allí, eso hace
que todos sus músculos se tensen, que su boca se seque y sus manos suden frio,
a pesar de que es un salón privado, el siente mil miradas sobre él… se siente “fuera del agua”, nunca había hecho
algo como esto, nunca nada había sido tan excitante, su adrenalina estaba
circulando de arriba abajo, todo su torrente sanguíneo estaba a punto de
explotar… las venas de sus brazos, de su cuello, de su frente estaban
ligeramente brotadas, definitivamente ella era especial.
El no ve muy bien… comienza a salir un
humo denso del… ¿piso?
Huele a vainilla, a algo dulce, muy
dulce…comienza a sentir pilo erección intensa en su nuca, pero no puede darse
vuelta, está paralizado… es el dulce del ambiente o quizá el frio –pensó.
Un pequeño roce de dedos lo hace
estremecerse y para en seco sus pensamientos, sus manos se aferran al sillón al
darse cuenta que ella estaba justo detrás de el, jugando con sus nervios…
El podía sentir su sonrisa viperina…
Ella sin duda era la mujer más sutil,
silenciosa y maliciosa que Said había conocido…
Ella tenía sus emociones en su palma, lo
sabia y le gustaba.
Ella deja caer su cabello color ceniza
claro en el espaldar del sillón… un rubio que brillaba al proyectarse luz en el,
liso, suave, natural.
Ella se incorpora de nuevo, ya no ve su
cabello en el espaldar del sillón, solo escucho su pasos… sus tacones… la
espera por descubrirla le esta devorando las entrañas.
-¿Por qué no puedo moverme coño?- piensa
Said al darse cuenta de que su cuerpo no responde a sus órdenes de voltearse y
descubrir a esa mujer que le ha quitado su autocontrol, su gallardía y su poder
sobre el mismo.
Su silueta es perfecta, el puede observar
a aquella mujer que, sin duda alguna, es el rostro de sus deseos.
Allí esta ella, frente a Said, vestida
con un vestido de seda roja, que sin duda, le favorece a su piel blanca, color
crema… ¿Cómo podría tener un color de piel tan perfecto? , su cabello suelto le
llega a la cintura, cubre sus pechos y cae como cascada de oro en su ombligo,
lleva una mascara bastante sutil, un lienzo negro tan fino que solo cubre sus
ojos y cejas… es lino negro, definitivamente nada vulgar, aun sin alas parece
un ángel, un ángel caído… el no puede creer lo perfecto de sus labios, de su
nariz… el escote de su vestido es bastante recatado, solo muestra la silueta
perfecta de sus pechos y la proyección su ombligo es interesante…
Camina con elegancia hacia el, sus ojos
son color miel, tan penetrantes que te desnudan el alma y te harían vomitar
todos tus pecados, podrían ellos liberarte, es admirable todo lo que esta mujer
puede despertar sin siquiera tocarte, Said está impresionado, totalmente
obsesionado.
La música aumenta su volumen y ella
comienza a danzar con movimientos sutiles alzando un poco sus brazos a la
altura de sus mejillas color melón guiando los movimientos de su cuerpo con el
dedo medio, sus caderas se mueven al compas de la música como adquiriendo vida
propia mientras sus ojos no dejan de mirar a Said, al pobre Said que sin lugar
a dudas esta hipnotizado, ella lo ha sumergido en un trance profundo, ella es
ahora quien tiene el control sobre sus emociones, sobre su cuerpo y su pensar…
ella disfruta ser titiritera, jugar a ser el ángel y el diablo que habita en el
hombro derecho e izquierdo del ser humano, ella no es mala ni buena, ella es un
color plata, ni blanco que encandilé, ni negro que ciega…
Sus movimientos son ligeros, ella es
aire, se convirtió en el aire que Said respira, en el sudor que brota de sus
poros y en su piel, esa que con dificultad sostiene tanto deseo, un espíritu
lleno de instintos que ella despertó en el momento que comenzó su danza, ella
es su alfa y su omega, ya no importa nada mas, el cuarto no existe, el espacio
se desvanece, el humo se aclara, solo es ella, su baile, su olor dulce, su
misterio y su mirada sobre el.
…
-Tengo que afeitarme esta barba…- piensa
al mirarse en el espejo-. Otra mañana, otra dia de rutina… alá ayúdame, guiame
y mantenme sereno y fuerte-ora con la pasión que la necesidad de perdón por el
haram que hace dos noches le recuerda y carcome la conciencia.
El no ha podido olvidarla… No lo hará.
…
-¿Mantecado o chocolate?
…
-¡María!
-Mantecado Said, mantecado…- dice la
conocida, distraída gracias a lo cómico de un niño de 3 años comiendo su helado
en la mesa de enfrente…
-María…yo…
Sus ojos se iluminan y su corazón palpita
fuerte…
El necesita hablar de aquella noche…
Un paso de brisa contrario a su rostro lo
hace estremecer, su cuerpo se tensa, mirando a su alrededor desorientado,
confuso…
-¿Hueles eso?
-Si, huele a dulce… estamos en una
heladería, claro ¿no es rico?
-Si… supongo, el helado.
...
2 comentarios:
Supongo que sí, que tus escritos, pase el tiempo que pase, huelen a dulce... A veces, sin embargo, un dulce inquieto.
Te dejo un abrazo
Mario
Me gusta leerte, sigue escribiendo.
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